domingo, 27 de junio de 2010

Un Domingo más...

Uy...con tristeza y algo de enojo conmigo misma, me doy cuenta que tenía muuuucho tiempo de no venir aquí, de no escribir por escribir, de no inventar palabras. Hoy confieso...lo confieso, que soy una presa más de eso que llaman tiempo, estrés, pretextos. Es así, no hay otra cosa. Uno bien puede apagar la tele y escribir. Uno bien puede dejar de chatear y escribir. Uno bien puede dejar de hacer como que hace y no hace...je! pero bueno...creo también que lo importante es que estoy de vuelta. Espero que para quedarme...

Hoy no es un domingo más...o tal vez sí. Quise decir...hoy no ERA un domingo más...pero terminó siéndolo. Hoy, todos los mexicanos sufrimos la derrota que significaba ese ansiado quinto partido en la copa mundial de futbol. No importa contra quién, aunque bueno ya todos sabemos que una vez más ( además, para echarle más limón a la herida) fue contra Argentina.

Entonces, me pregunté...pensé...traté de entender. Porqué duele tanto? porqué a las mujeres nos duele tanto? se supone que odiamos el futbol!!!! porqué esperábamos con tanta ansia este domingo? porque nos vestimos de verde y nos pintamos la cara y porqué salimos a la calle con alegría y regresamos con el nacionalismo a cuestas como un costal de papas que pesa más que nunca?

Y poco a poco fui comprendiendo, o bueno, tratando de entender....que esto duele, porque somos un país en el que el futbol nos hace olvidar. Nos transporta. Nos vuelve héroes. Somos un país que quiere olvidar que tenemos malos gobernantes, que el dinero no alcanza, que hay analfabetismo, que hay gente que se muere de hambre, que el nivel educativo no alcanza, que los líderes sindicales son estafadores, que nos dedicamos a "la tranza", que en cada familia hay al menos un familiar que viajó a Estados Unidos, en busca de una oportunidad de vida más digna...encontrándose muchas veces nada más que a la muerte y otras, una supervivencia denigrante. Somos un país en el que hay que tener varios trabajos, somos un país de "los hijos que Dios nos mande"...aunque no tengan que comer. Somos un país de las residencias en los altos de las montañas y las ciudades perdidas, en el fondo de la cañada. Somos un país elitista, en el que las diferencias de color nos delimitan y nos asustan. Somos un país rico y pobre, somos un país de colores verde, blanco y rojo...pero también somos un país de negros, de grises, de café. Somos un país en el que la ignorancia a veces nos toma y no precisamente por necesidad, sino por elección. Somos un país donde habita el narco...donde ya no se puede salir en la noche sin miedo. Somos un país de secuestros largos y de secuestro express. Todas las modalidades. Somos un país de elecciones vendidas y compradas y de políticos de antaño que se venden como nuevos y de políticos nuevos que se vendieron y actúan como los de antaño.

Y en medio de tanta desigualdad y de tanta lucha perdida....está el futbol. Está un uniforme que nos viste a todos, está la porra que todos cantamos, está el himno con el que siempre nos emocionamos, está la bandera que nos enchina la piel de ver ondeándose a lo alto. Entonces, soñamos...y soñamos y nos creémos que podemos ser mejores, que escalamos, que caminamos, que cambiamos. Entonces entregamos súplicas, entonces entregamos promesas. Y entonces, todos estamos unidos...y esos 90 minutos, el país completo late al mismo ritmo. Esos 90 minutos, la esperanza crece. Esos 90 minutos, la pasión nos desgarra. No hay nada más, solo el futbol. No estamos preocupados por la crisis, no pensamos en las elecciones del siguiente domingo, no importan las deudas, no hay mañana...es hoy. HOY. Vivimos esos 90 minutos como si fueran los más importantes de la vida de cada uno...y entonces, cuando perdemos...es como si una avalancha se llevara todo...la ilusión, la esperanza, la alegría, la lucha, el camino avanzado.

Y duele...duele. Duele porque las sonrisas de todos los niños se quitan de sus caritas. Y ellos merecen mas que nadie tener esperanza...ellos serán los jugadores de la selección de mañana. Duele porque la algarabía se acaba, los carros ya no cantan, las banderas no se ondean y como dice la canción...los mariachis callan. Duele porque el tequila que era para festejar ya ni siquiera se termina. Todos a otra cosa, a lo de siempre, a un domingo más. Duele porque necesitábamos esa alegría! porque sí...es futbol...no es la vida...es un partido...pero....es nuestro equipo...es nuestra selección...es nuestro mundial también. No juegan 11 en la cancha...juegan millones, y millones perdemos, y millones ganamos, y millones cantamos y millones esperábamos ese triunfo, y millones vimos como se cayó el sueño. Duele porque queríamos extender un poquito más la estancia en esta "Isla de la fantasía"...queríamos seguir en la batalla, queríamos seguir en la terna, queríamos seguir más días con la camiseta verde puesta.

Duele porque se acabaron las sonrisas de todos, duele porque un silencio sepulcral cayó, duele porque nos merecemos ese triunfo, duele porque aunque somos más que el futbol, el futbol nos hace uno, duele porque han sido tiempos duros, han sido tiempos difíciles y somos gente buena, somos gente que lucha, somos gente que se da, que se brinda...entonces, porqué no? ...Duele porque un domingo la familia se reúne porque sí, pero cuando juega la selección, la reunión es obligada...y duele porque miles de mexicanos invirtieron en un viaje para ver su sueño en vivo...y duele porque crecemos aprendiendo que hay que estar orgullosos de nuestros colores, de nuestra gente, de nuestra historia, de nuestra patria. Duele porque estamos festejando 200 años...duele porque ahora...otra vez...los periódicos se llenarán de nota roja, de balazos, de complicidad de la delincuencia organizada con el gobierno en sus diferentes niveles, los partidos políticos escupiéndose su basura....la basura que hoy está encima de todo. Y duele porque es eso lo que pasa...que lo que está encima, es la basura...que se hizo grande, que no supimos quitar, que no supimos limpiar. Entonces, hasta abajo está apenas asomándose la gente y las acciones que valen y que buscan un país mejor....y mientras tanto...teníamos al futbol.

El futbol es esa cosa de ir tras la pelota y hoy, creo que la pelota son esos sueños, son esos anhelos, son esos deseos del alma de cada buen mexicano, porque habemos MUCHISIMOS buenos mexicanos! y cada uno de esos buenos mexicanos tenemos un sueño....que inconcientemente, transformamos en una pelota y pateamos, al menos en espíritu, al igual que los 11 jugadores que vemos en el campo.

Hoy, México está triste...perdimos un partido, sí. Perdimos el sueño, sí. Pero también...hoy, quisiera comenzar sin atacar al técnico ni a los jugadores. Quisiera comenzar mi regreso a la vida real, a mis propios sueños, a mis propios anhelos, buscándoles otras puertas, buscándoles otra manera de poder hacerlos realidad. Hoy, quiero recordar lo maravilloso que sigue siendo ser mexicano. Hoy quiero recordar que debajo de la basura que tenemos encima y que es todavía difícil de limpiar, está esa sonrisa franca, está nuestra música, están nuestras tradiciones, nuestros valores, está nuestra capacidad, está nuestra lucha de cada día, están nuestros niños y también nuestros ancianos. Hoy quiero recordar nuestra comida, nuesta bendita bebida, nuestro mariachi. Nuestros campos, nuestros mares, nuestros ríos, nuestras montañas. Hoy quiero recordar que somos un pueblo de gente grande y que lo que está encima de nosotros, es basura...y que cada uno, podemos ir quitándola de nuestra cabeza.

Hoy escojo que me gustó apoyar a mi selección. Sin importar el resultado...porque aunque merecemos ese triunfo...seguiré luchando por alcanzar los míos propios. Y ahí, ahí también ondeará a todo lo alto la bandera tricolor.

Feliz semana....

p.d. ofrezco disculpas por el enajenamiento y la posible cursilería. No puedo ( ni quiero) hacer nada por cambiar esa parte de mí.